LA CIENCIA DE LA RISA
Por Carlos Contreras
Según define la Real Academia Española, la risa es un “movimiento de la boca y otras partes del rostro, que demuestra alegría”. Pero la risa no se limita a un simple movimiento o unos segundos de comedia; es uno de los mejores antídotos para las enfermedades modernas, según asegura la directora de la Fundación Doctora Clown, Luz Adriana Neira, y lo mejor de todo “es gratis”. La ciencia de la risa ha demostrado que es más una forma de comunicación que un simple estímulo de reacción.
Un artículo de Scielo.org, Risoterapia: Un nuevo campo para los profesionales de salud (Christian, R, et. al), explica que 5 minutos de risa equivalen a 45 minutos de ejercicio aeróbico. Además, alivia la depresión, puesto que al reír las personas tienden a ver el lado positivo de las cosas; elimina el estrés al producir endorfinas y encefalinas; contrarresta las migrañas, enfermedades cutáneas, hipertensión, entre otras; permite expresar sensaciones reprimidas; oxigena la sangre y fortalece el sistema inmunológico. Son innumerables los efectos positivos que la risa tiene en el cuerpo y mente del ser humano.
Desde su creación, La Fundación Doctora Clown es pionera en traer la Terapia de la Risa no solo a Colombia si no también a Latinoamérica, pues fue el mismo año de su creación, en 1998, cuando empezaron a practicarla. Aplican esta terapia a hospitales y centros de ayuda para hacer más apacible la estadía de niños y ancianos enfermos, puesto que “Contribuyes a combatir la depresión, a disminuir el umbral del dolor, estrés, ansiedad y a reducir a la mitad el tiempo de hospitalización”, explica la Doctora clown.
Pero ¿tienen relación la enfermedad y la risa? La enfermedad física se extrapola a la enfermedad emocional. Es decir, las dificultades físicas que generan estos malestares tienen una influencia directa en el estado emocional del paciente. Es por esto que la risa es un gran complemento paleativo al tratamiento médico. Por ejemplo, al reír el cerebro recibe un estímulo y comienza a segregar hormonas de felicidad. Qué mejor que reír un rato y olvidarse de sus males. Evidentemente, con una sonrisa es mejor recibido el tratamiento por todos los pacientes.
Desde hace 21 años, la Fundación se ha dedicado a llevar su labor a aquellos que más lo necesiten a través de la figura del payaso-clown, especializándolo hasta convertirlo en payaso clínico e incentivando a los pacientes y al personal de la salud al tratamiento de la risa. De esta manera, se activa el médico interior que hay en cada uno.
La Fundación crea actividades de manera constante: tiene shows temáticos como Sonrisas de Navidad. Este se realiza desde 2002 para devolverle a los pacientes el encanto, el sabor y la magia de la navidad; también estñan los shows de Halloween y los del dia del niño. Este último sirve especialmente para la prevención y promoción de la salud, beneficiando a casi todos los hospitales y albergues de Bogotá y hospitales de Medellin, Boyacá, Barranquilla, Cali, Pasto y Bucaramanaga; año tras año, la Fundación modifica estas actividades para suplir las necesidades de espacios como fundaciones, hospitales, geriátricos, celebrando o resignificando fechas que aporten a los derechos humanos de los colombianos.
Al año, la Fundación visita a más de 35 mil niños, niñas y adolescentes y 8 mil adultos mayores fortaleciendo la humanización hospitalaria en 470 visitas mensuales realizadas en 10 ciudades del país.
Los hospitales más visitados en Bogotá como Simón Bolívar, HOMI, el Hospital de Bosa, Kennedy, la Subred de Centro Oriente, el Instituto Nacional de Cancerología, Instituto Materno Infantil. Es más, la directora de la Fundación, Luz Adriana Neira, mejor conocida como la Doctora Clown o Doctora Glugli, ha sido considerada como la ‘Patch Adams’ colombiana.
Un artículo de Revista Semana resume perfectamente las experiencias de los doctores de alegría: “(María) Ninelly asegura que nunca olvidará una de las experiencias más duras y a la vez más gratificantes de su vida: su primer día como Gugú. Fue en el pabellón de quemados del Simón Bolívar, donde se encontró con un niño de 8 años que tenía el 70 por ciento del cuerpo quemado y que no respondía a ninguno de los juegos. Al percibir el impacto, la doctora clown Luz Adriana acertó a decirle: ‘Mira el alma del niño, y no su enfermedad’. Y, como el mejor remedio, estas palabras surtieron efecto. Una gallina, un gallo y tres pollitos de trapo le robaron muchas carcajadas al niño, y a Ninelly también”.
Aunque el hospital Simón Bolívar fue el primero en apoyar esta innovación en el país hubo hospitales reacios a la risoterapia. Un médico que trabaja en el cancerológico en Bogotá se mostró incrédulo cuando Luz Adriana y su equipo de doctores clown visitaron al instituto. Sin embargo, luego de la terapia de la risa, el doctor le manifiesta que al ver la mejoría de los niños después de la terapia de la risa, él se le quitaba el sombrero, por la inmensa labor que ella y los doctores clown generaban.
La Fundación Doctora Clown tiene como objetivo principal regalarle risa a aquellos más necesitados a través de esta Terapia. Su ayuda a distintos centros de atención, como el Instituto Materno Infantil, ha sido vital para el desarrollo de niños y niñas en condiciones especiales.
La risa, fundamental para la vida, es uno de los mejores antídotos para cualquier enfermedad; si bien no la cura por sí sola, permite que el tratamiento sea más efectivo, puesto que la persona se empodera y lo toma con positivismo.